Del disco I'm Not Bossy, I'm The Boss
Este es el sencillo más reciente que ha sacado Sinéad O'Connor y es para promocionar su nuevo álbum.
Controversias aparte (la carta a Miley Cyrus y su inolvidable presentación en Saturday Night Live), esta canción es buenísima y ello es gracias a la letra y la voz de O'Connor.
La letra habla de como ella quiere aprender de su pasado y no cometer los mismos errores, está buscando hacer todo de una manera diferente y mejor para ella misma. Ella también dice "Take me to church" y sabe que esa frase evoca asistir a una iglesia católica para la mayoría de las personas y cada vez que que canta esa línea le sigue con un "not the ones that hurt", manteniendo la integridad de creencias que ha tenido desde inicios de su carrera. La voz es otro punto clave porque sigue siendo tan potente y distintiva como siempre, además que se le nota un poco el anhelo que la letra expresa.
El video parece inspirarse de alguna forma de sus últimos encontronazos con la prensa porque al principio se la vez bastante más estilizada y arreglada de lo que nos tiene acostumbrados y de repente se quita le película y es la misma Sinéad de siempre.
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